Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información. AceptoLeer más

“LA FAZ DE LA ETERNIDAD”, UNA EXPOSICIÓN EXCEPCIONAL

Lorenzo Hernández Guardiola.  

Comisario de la exposición.

La fundación “La Luz de las Imágenes” de la Generalitat Valenciana organizó en Alicante durante el año 2006, clausurada en enero de 2007, una exposición excepcional, “La Faz de la Eternidad”, cuyo contenido se centró en torno a uno de los objetos religiosos más venerados por el pueblo alicantino: la reliquia de la Santa Faz, que se conserva en el monasterio del mismo nombre desde el año 1489. Por ello  la muestra recogió una copiosa producción artística que ha generado el rostro de Cristo a lo largo de la historia, exponiéndose obras procedentes de cincuenta y dos ciudades, tanto de España como de la Comunidad Valenciana y del extranjero (Nueva York,  Moscú, Vaticano, Venecia, Pavía, etc.), lo que le confiere un carácter monográfico de alcance internacional.

La  exposición, cuyos comisarios fueron los doctores en Historia del Arte Lorenzo Hernández Guardiola y Joaquín Sáez Vidal,  se organizó en tres sedes, que fueron intervenidas para la ocasión: la parroquia gótica de Santa María, la más antigua de la ciudad de Alicante; la concatedral de San Nicolás, singular edificio del manierismo reformado de aire escurialense, erigido a lo largo del siglo XVII, que  recuperó todo su esplendor y la iglesia conventual setecentista del monasterio de la Santa Faz en el caserío de su nombre, próximo a la ciudad. Cada una de ellas albergó conjuntos de obras que se correspondían con la cronología y estilos artísticos de las mismas.

Además de una importante colección de iconos rusos, a lo largo del itinerario expositivo se pudo contemplar trabajos de autores de la talla de Filipino Lippi, Alberto Durero, Pedro Machuca, Paolo de San Leocadio,  El Greco, Zurbarán, Lucas Jordan, así como una amplia representación de los mejores artistas valencianos de los siglos XV al XVIII, caso de Antonio Peris, Joan Reichah, Rodrigo de Osona  Nicolás Borrás, este último sin duda el mejor discípulo de Juan de Juanes; José Vergara, José Esteve Bonet y Juan Bautista Borja, excepcional arquitecto y escultor responsable de casi la totalidad de las obras del barroco alicantino erigidas en el primer tercio del siglo XVIII, caso de la Capilla de la Comunión de San Nicolás de Alicante. Junto a obras de estos últimos, se admiraron otras del murciano Francisco Salzillo, el mejor imaginero del siglo XVIII español, así como una riquísima colección de piezas de orfebrería, textiles, instrumentos musicales, procedentes principalmente de la provincia de Alicante, de entre las que destaca el tapiz de la “Crucifixión” de Margarita de Austria, obrado en Bruselas hacia 1520, del Patrimonio Nacional. Oportunidad única y excepcional fue la presencia en la muestra de uno de los dos fragmentos conservados de la llamada “Biblia Valenciana”, versión escrita en lengua vernácula por Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente y edición incunable de 1478, que vino de la Hispanic Society.


Acto de inauguración del Ciclo de Conferencias

El esfuerzo de la fundación “La Luz de las imágenes”, no se limitó solamente a reunir un magnífico y singular elenco de obras artísticas, sino también a la restauración de la inmensa mayoría de ellas y de las sedes que las contenían. Ello permitió importantes hallazgos en el proceso de recuperación de las primeras, desde firmas y fechas ocultas por la pátina del tiempo, hasta descubrimientos de piezas excepcionales, que habían permanecido casi olvidadas en parroquias y conventos de la Comunidad Valenciana, especialmente en tierras alicantinas. Labor  importantísima del equipo de restauración fue la intervención en el propio patrimonio de estas sedes, como es el caso de los retablos barrocos de la iglesia de San Nicolás o el magnífico camarín de la Santa Faz, donde se guarda la reliquia, uno de los espacios barrocos (arquitectura, pintura y escultura) más importantes conservados en la Comunidad Valenciana.

n3 Colaboración de Ilmo